Rincón dedicado a los manuscritos que rodean mi cabeza...

jueves, enero 31

"En busca de la felicydad"



Hoy vi una pelicula titulada asi, y me hizo pensar mucho.. ¿Hay que buscar la felicidad? como si fuera algo con lo que no nacieramos. Segun algunos es alcanzar lo que deseas, poder llegar a tus metas, vivir mejor. Para mi no lo es del todo. La felicidad es un estado, un estilo de vida. Es disfrutar lo que tienes y añorar sin desesperacion lo que no. Es vivir en plenitud simplemente por que eres agradecido de lo que tienes, teniendo en cuanta siempre el

presente, que en otro tiempo estubiste peor. Es vivir con la conviccion de que cada dia sera mejor que el anterior, que depende de ti hacer de cada dia uno especial. Amando todo lo que hay a tu alrededor, aquello que tenemos sin merecer. Es despertar cada mañana cantando una cancion. Es reirte de todo, hasta de ti mismo. Es llorar para limpiar el corazon .Es crecer para madurar el alma. Es ver cada caida como un nuevo comienzo, una nueva oportunidad para alcanzar la adultes.Es simplemete creer que todo sera mejor, no importa cuan terrible pueda verse todo porque "no hay mal que no cure ni bien que dure cien años" . Asi que .....¿Porque amargarse ? Disfruta de los sonidos. Habran dias grises, y noches eternas, pero sin importar cuanto dure tu noche.... el sol siempre saldra y traera con el un nuevo comienzo, un nuevo color.... y porque no decirlo.... un nuevo sabor...

martes, enero 22

a mi viejita....


Hoy fue uno de esos dias, extraños pero necesarios, en los que recuerdas la infancia.

Miles de recuerdos inundaron mi mente, poco soñadora a estas alturas. Como una leve rafaga el olor de mi abuela se impregno en mis sentidos, comenzando por mi olfato. Aún no entiendo por qué traía su olor en mis manos esta mañana. Las acerque a mi nariz con desesperación, y ese olor tan particular me trasnporto de forma mágica a sus eternas tardes sentada, sí, simplemente sentada. Recordé sus manos, tan suaves y arrugadas, tan femeninas y marchitas con los años sombrios. Admiraba ese instinto materno en extremo que poseía. Había criado a sus tres hermanos con solo catorce años, luego que su madre muriera.

Mi abuela.

La mas dulce de todas... ya casi tres años que la extraño.

Ya casi tres años que no sentía su olor.
Llegé a casa con los pies inchados, aun no me acostunbro a esos malditos tacos. Encendí el computador con intención de terminar el cuento que escribo y recordé aquellos tangos que me pidió mi mamá. Los escuchamos. Fue como escucharla cantar a ella. Esos mismos tangos que la hacían recordar a mi abuelo...


Aunque su mente difariara antes de partir... no logro olvidar lo único de lo que estaba segura que decia con plena lucides.." tu eres mi niñita"....

te quiero mi viejita...

lunes, enero 21

menguante...


Se despertaba a menudo transpirando. Sudaba con facilidad, de un tiempo a esta parte le suceden cosas que antes no pasaban. Ahora le cuesta dormir, situación extraña por que en ocasiones dormía doce horas seguidas sin ningún problema. Come poco, ríe forzadamente con todos pero no con ella…
Era un tipo inteligente, respondía enseguida, con palabras precias, directas, extrañamente coherentes. Tenía opiniones categóricas con respecto a algunos temas, lo que otros seres de su familia no conseguían. Caminaba horas por la calle sin ningún fin. Si se encontraba con algún alma amiga, se allegaba a su casa sin ningún problema. Era un escéptico. Un meditador. Un huraño.
Para el círculo más cercano de la familia él era especial. Para los conocidos era un hombre muy extraño, para los lejanos, un completo lunático. Y es que la vida para el tenia otro sentido. No el que todos conocemos, era una mas llena de colores, de espacios, de sonidos que fácilmente se complementan con los aromas, mezclados, entrelazados, creando una sinfonía perfecta. Eso era todo, él solo disfrutaba.

Pero un día algo vino a interrumpir su estadía plena y natural, su atmósfera. La silueta de un ángel atravesó el umbral que diseño para su vista, rompiendo esquemas, patrones. Sacándolo del más profundo éxtasis en el que se encontraba sumido. De su ausencia.
No hizo nada, sólo la siguió, caminó semanas enteras por su lado, y ella no lo notó. Quizás no quiso notarlo, o se encontraba tan sumergida en sus pensamientos, en ese libro que leía a diario, que prefirió simplemente caminar y hacer oídos sordos a cualquier movimiento humano que se articulara junto a ella…

¿Cómo sacarla de su interior, de su intransigencia? ¿Cómo sacarla de su silencio? El quería ocupar el lugar de su soledad.
La extraña forma que tenia de mirar cautivo su mente. ¿Era capaz de ver lo que él veía? ¿Notaba de la misma forma que él los aromas y texturas de la gente? ¿Era tan desquiciada como él?
Que importaba, ella era más que todo lo que él jamás vió. Más de lo que jamás pudo pensar. Sí, ella era más que todo eso. Se perdió en sus ojos, en sus propios pensamientos. Planeó cada día como acercársele, como llegar a ella de la forma más sutil, más sublime.

Fue entonces cuando ya no consiguió dormir. Comía en porciones pequeñas, y entre cada bocado inventaba una escena con ella, su nombre, sus brazos enrollados en su cuello. Su aroma a lavanda, fresca… Alucinaba con la forma en que daba vuelta cada página de su libro. Amaba como mordía su labio inferior cuando no entendía lo que leía. Definitivamente debía conseguir su atención…

La madre, que con frecuencia visitaba su escondite, su hogar, no lo visitó más. Se horrorizo la ultima vez que fue… nunca nadie supo que le sucedió. Nunca dijo nada…

Hoy vive solo en un rincón de la ciudad. Es un lugar grande, claro. Tapizado de blanco, convive con gente que lo comprende. Sí, éste es su lugar.

Le diagnosticaron demencia cuando descubrieron que se enamoró de su hermana…

imaginar...


A veces, cuando no logro dormir comienzo a imaginar.
Imagino árboles azules que dan agua fresca. Imagino niños volando, jugando a las escondidas entre las nuves. Imagino a mi padre con piernas largas, él, un gigante, capaz de protegerme sin importar el peligro. Imagino hombres felices, con grandes sonrisas en el rostro sólo porque han alcanzado lo que necesitan. Imagino que todos somos sabios y felices, porque simplemente hemos alcanzado la planitud de la vida... imaginar... imaginar que todo puede ser mejor...