La ultima noche

Despierta sudando mirando nada más que el techo de la habitación. Su rostro pálido, ojeras profundas, oscuras, sus ojos rojos demuestran lo nauseabundo de su aspecto. Un tic-tac macabro retumba en sus oídos. Intenta moverse, pero siente que el cuerpo no le pertenece, porque no logra articular movimiento alguno. Un dolor insoportable en la cabeza lo hacer revivir recuerdos de su anterior noche de farra. Un bar, oscuro, lleno de humo y risas, ocupando la misma mesa de siempre. Claudio sentado en el centro, uno de sus amigos besando compulsivamente a una mujer de falda corta y escote profundo, a su lado derecho, Martín haciendo una larga línea blanca en el vidrio de la mesa que se empañaba con el calor y el humo del lugar. Intenta aspirar lo que su amigo acaba de preparar…. Martín no le deja y, olvidando todo lazo de amistad, lo empuja para caer encima de un hombre robusto, de chaqueta de cuero negra. Vuelve en si, el dolor no le permite abrir los ojos y lentamente consigue mover los dedos de su mano. El sonido del vomito de alguien, Martín quizás, desde el baño lo traslada automáticamente a la misma habitación y una mujer en una cama. Recuerda que la mujer le grita, sosteniendo temblorosamente un cigarrillo en su mano y le golpea la cara para que reaccione. Entre abiertos lo ojos logra ver a esta mujer con un destornillador caliente en su mano. El dolor se ramifica por todo su cuerpo para luego concentrarse en su costado. Presiona fuerte. Levanta su mano y está empapada de sangre. El miedo lo impulsa y de un salto se levanta y avanza hasta el baño y ve con quemaduras escrito en su piel: “me debes 20 lucas”…. Y una nota en el espejo:”creí que de esta forma nunca se te olvidaría”…