Estas muchas semanas en casa, despejada, completamente disponible, con todo el tiempo libre del mundo he aprendido a maravillarme con las cosas mas pequeñas. A encantarme con mi autocompañía.
He aprendido a cocinar cosas que no pensé que podía, y descubrir que soy buena inventando platos nuevos.
He aprendido a sentarme junto a la ventana y disfrutar del aroma y el sabor de una tasa de te, como hace mucho, o quizás nunca, había hecho.
A caminar por el parque solo a disfrutar del aire y la risa de los niños corriendo por ahí, o reírme de algún viejo barrigón que intenta jugar a la pelota.
He aprendido a compartir. Compartir experiencias, comidas, tasas de te, abrazos... besos...
Y a pesar de tener un montón de cosas inconclusas, un montón de cosas por resolver, y una gigantesca rumba de cuentas impagas, a pesar de que las cosas no hayan resultado como yo esperaba.... creo que nunca fui tan feliz... y con tan poco.
No, definitivamente hoy ya no siento miedo... Yo tengo tu Love
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